Luego de haber sido victima de la violencia de una pinguina, la ministra nos invita a observar la conducta de su agresora, que califica como absolutamente reñida con una convivencia “pacifica” y, peor aún, carente de “ciudadanía”. Y se pregunta provocando a la teleaudiencia: “¿Éste es el ciudadano que estamos formando?”.
Escuchando lo que dice, no resulta difícil pesquizar la idea de ciudadanía que defiende la ministra. Afirma que el camino ciudadano es el diálogo. Sin embargo, ha cerrado las puertas a conversar de cualquier tema que sea retirar el proyecto LGE del parlamento, que es la principal demanda del movimiento estudiantil y de profesores. Si un ciudadano o ciudadana quisiera sacar la LGE del parlamento, y la ministra le dice que no, entonces el ciudadano modelo debe irse para la casa pensando que lo suyo es un capricho y que la ministra debe tener la razón.
15/7/08
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